ARTÍCULO PETER W. GONZÁLEZ

Lo Que las Células Nos Enseñan Acerca de la Felicidad, la Paz y la Abundancia:

¿Es posible que nuestra felicidad, paz interior, abundancia y otros temas similares sean influidos por nuestra manera de percibir el mundo? ¿Qué nosotros, con nuestra mente podamos afectar el estado de salud y el comportamiento de nuestras células? Nuevos descubrimientos científicos crean inéditos conocimientos que nos llevan a insólitos paradigmas que cada vez explican mejor el misterio de nuestra realidad. Uno de estos cambios de paradigma que más nos ha afectado es el que está ocurriendo en la biología celular.

El Dr. Bruce Lipton en su fascinante libro “La Biología de la Creencia” explica esta nueva biología, llamada epi-genética, y lo que eso implica para nosotros y nuestro futuro.

Partiendo de una larga búsqueda para entender lo que es la clave de la vida, James Watson y Francis Crick descubrieron en 1953 la estructura del acido desoxirribonucleico (ADN) que contiene nuestra materia genética. Se consideraba que el gen era la materia prima de la vida llevando en si la programación de todas nuestras características como ser y nuestras capacidades. El gen se estimaba rígido e inmutable. Si por ejemplo siguiéramos las premisas de este antiguo modelo, llegaríamos a la conclusión de que si nos faltara el gen de la felicidad, estaríamos destinados a ser infelices. El resultado de este planteamiento es que somos víctimas de nuestra genética, de los genes que nos han tocado. Uno no puede cambiar sus genes y por lo tanto tampoco somos responsables por cómo somos si es debido a nuestros genes. Sin embargo el Dr. Lipton y otros científicos han abierto las puertas a una nueva estructura estudiando en gran detalle el proceso en que las células reciben información y sus descubrimientos cambian radicalmente nuestro entendimiento de la vida. Demuestran que el gen y el ADN no controlan nuestra biología, sino que el ADN es controlado por señales que vienen desde fuera de la célula, incluyendo los mensajes energéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los negativos. La capacidad para recibir las señales del entorno depende de los receptores que tiene la célula y las que la célula llega a tener provienen de la información de las señales que haya en el entorno. Según el Dr. Lipton, nosotros como seres individuales tenemos las mismas funciones que las que hacen las células y lo que corresponde a los receptores para nosotros son los cinco sentidos que nos dan información de cómo es nuestro entorno.

Las percepciones que formamos durante los primeros 6 años de la vida son especialmente importantes y nos afectaran el resto de la vida. Durante este tiempo el cerebro funciona principalmente, primero en el estado delta y luego a partir de los dos años en el estado zeta. El propósito de estas etapas de apertura es recibir la máxima información en un mínimo de tiempo para entender nuestro entorno y saber cómo reaccionar para sobrevivir en el. Generalmente, esta información nos la dan nuestros padres y las personas cercanas, que con sus acciones y palabras nos enseñan cómo es la vida.

Aprendemos a vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Las experiencias nos dirigen a nuestras capacidades, nos indican las reglas de la vida y como es cada cosa; el amor, el dinero, el trabajo, la salud, etc. Lo que escuchamos y vivimos nos forma. "¡Eres tonto!", "¡Cállate que no dices más que estupideces!" ¡¿Quién te crees que eres tú para hacer eso?!" "El dinero no crece en árboles, hay que ganarse la vida con el sudor de la frente."

La gran mayoría de nuestras creencias se forman en este periodo de la vida. Estas experiencias que quedan “programadas en lo más profundo de nuestro ser, se convierten en nuestra “realidad” y forman una serie de filtros a través de los cuales percibiremos a partir de ese momento cómo es “nuestro” mundo. La ciencia cuántica nos dice, "No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos."

Toda esta información se almacena una especie de banco de datos que llamamos el subconsciente. El subconsciente, según científicos, es un procesador de información un millón de veces más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95 y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como su referente. Por eso a la hora de decidir conscientemente que queremos una meta, como por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es difícil ganar dinero, o que no nos lo merecemos, no lo conseguiremos. Gana el subconsciente o sea las percepciones de cómo es la vida ya almacenadas, por qué el subconsciente es más poderoso.

La nueva ciencia nos indica que si cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra realidad, y a través de numerosos experimentos se ha comprobado así. Esto implica que no somos víctimas, sino que realmente somos co-creadores de nuestras vidas. Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la felicidad, la paz, la abundancia podemos atraerlas con más facilidad. Una manera para cambiar la información del subconsciente que recomienda en su libro el Dr. Lipton es el método PSYCH-K. Usándolo uno puede cambiar sus creencias limitantes y disfrutar de una vida más plena en todos los sentidos. Al reprogramar cómo percibimos nuestro entorno, cambiamos nuestra realidad, cambian las células y hasta la manera en que se expresa el ADN. Somos inocentes de lo que absorbimos, y a la vez responsables por lo que deseamos una vez sabemos cómo cambiar nuestras percepciones.

La nueva biología nos da la esperanza de que podemos ser y vivir como deseamos.

Peter W. González